Las nueces de lavado son originarias de la India y crecen del árbol Sapindus Mukorossi, también conocido como “el árbol del jabón”. Las cáscaras de estas nueces contienen saponina, un agente tensoactivo (detergente), que genera un jabón casero y ecológico muy jabonoso pero poco espumoso que tanto sirve para lavar la ropa y utensilios como jabón natural para el cuerpo y cabello.
Ventajas
Económica- 1 kilo de estas nueces equivale a 100 lavados o lo que es lo mismo 6 meses de lavados para una familia de 3 personas.
Calidad- Deja la ropa suave por lo que no necesita complementarse con suavizante y preserva los colores. A la vista de los coloridos saris de las indias ¡parece muy eficaz!
Cuidado del medio ambiente- No hay que olvidar que es ecológico, no contamina y es biodegradable al contrario de los detergentes químicos que son responsables del 50% del fósforo contenido en las aguas residuales. Este alto porcentaje de fósforo en las aguas causa la eutrofización (crecimiento desmesurado de la población de algas que impide el normal desarrollo de otras especies).
Cómo utilizar las nueces del lavado
Se ponen 3 cáscaras troceadas de esta nuez en un saquito de algodón o en un calcetín dentro del tambor. No desprende ningún olor, así que una buena idea es añadir unas gotitas de aceite esencial en el saquito. La temperatura de lavado tiene que ser superior a los 30ºC para favorecer la disolución de la saponina en el agua.
Para lavar en frío se hierven las cáscaras durante 7 minutos, el resultado es un jabón líquido que se coloca en el cajetín de la lavadora. De esta misma manera se consigue el jabón para utilizarlo como champú.
Después de su uso, se tienen que secar bien para que no se pudran. Duran hasta 4 lavados, luego se pueden aprovechar como un excelente abono ya que también repelen los parásitos, aparte de los mosquitos.
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